Albergue La Incera

Nacimiento y Mirador del Gándara

El otro protagonista fluvial del valle ofrece a los visitantes dos lugares de gran belleza. El primero de ellos, el propio nacimiento del río. Surgiendo de lo más profundo de la caliza, serpentea y brinca entre rocas cubiertas por el verde del musgo este curso de agua, que en su pasado, sirvió de energía para numerosos molinos harineros de la zona. Precisamente, a pocos metros de su nacimiento, se encuentra uno de ellos, transformado hoy en día en Centro de Reproducción de especies fluviales. Un encantador rincón donde descansar y disfrutar del relajante murmullo de las aguas.

Un par de kilómetros más abajo, encontramos el segundo punto de interés de este río. Sin duda espectacular, a pesar que tan sólo es visible en épocas de abundantes lluvias o tras el deshielo posterior al invierno. Son las Fuentes del Gándara, donde el agua se desliza por una pared rocosa a modo de cascada, dando la sensación de descender por una escalinata, con la clase y elegancia de una modelo de pasarela.

Y no hay mejor sitio para disfrutar de este espectáculo natural que el Mirador del Gándara. Suspendido en el vacío, impasible ante el tiempo, orgulloso, se encuentra este lugar desde donde divisar el discurrir de este río en su recorrido, hasta encontrarse kilómetros más abajo, con su hermano el Asón. Además nos ofrece una singular vista de todo el valle, todo un placer para los sentidos.